"Tacto"

Desperté con un poco de calor, no recordaba lo que había soñado; no era importante. Sabía que estaba despertando junto a ella: eso y sólo eso era lo único que importaba, todo lo demás era anexo.
Ella dormía profundamente, lejana a estas cosas llamadas pensamientos que ahora me invadían. Parecía una niña pequeña , que juega a ser princesa , esperando ser despertada con el beso de su príncipe azul.
Cada centímetro de su cuerpo desnudo es mío, ella es mía y lo sabe, pero ahora ignora que estoy aquí mirándola descaradamente, analizando cada curva de su hermosa piel. Tampoco sabe que mi brazo posee su cintura, que mi brazo reina en ella, que mi mano tiene a su cintura prisionera, atada para que no se aleje nunca, para que nunca se lleve su cuerpo lejos de mi cama.
Desconoce también que mi otro brazo la recorre innumerable veces, intentando memorizar cada textura, cada curva, cada vello y cada arruga de su piel.
Hundo profundamente mi mano; entra sus cabellos, lo que ella responde con un leve movimiento. Sin abrir los ojos, sin despertar.
Acostada a mi lado, en mi cama parece ser la mujer que Dios creó para mi. Es más, parece ser una Diosa que bajó del Olimpo para hacerme sentir el placer divino de sentirla mía, de tenerla mía, de saberla mía.
Al dormir con ella desnuda a mi lado; al compartir mi propia desnudez con ella se me revela como a un ciego que descubre la luz, lo que el tacto es. Lo que significa poder sentir con mis manos las de otra persona.
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Este escrito nació por la palabra "Tacto" escrita en una conversación de msn, por eso en el título está entre comillas y está dedicado a ti niño que la escribiste, desaparecido hoy pero que aparecerás mañana tal vez, un beso.